Un núcleo histórico con una configuración parcelaria de pequeñas dimensiones, una zona industrial potenciada por la presencia de la carretera de comunicación con Zaragoza y una zona de ensanche de nuevo crecimiento consecuencia de la expansión urbanística de las últimas décadas componen la estructura del municipio de Cadrete.
El proyecto se emplaza en una parcela de gran profundidad, con marcadas restricciones volumétricas por parte del Plan de Ordenación y con un fuerte desnivel entre las dos calles a las que ésta hace frente, la cual surge tras la adición de tres parcelas destinadas originariamente a vivienda unifamiliar emplazadas en el límite urbano originario y en contacto con la vía perimetral desde la que comienza el ascenso al antiguo castillo defensivo.
Como respuesta se plantea la apertura del espacio central a través de dos patios interiores conectados mediante un núcleo de comunicaciones verticales exterior, los cuales permiten aumentar la iluminación y la ventilación de las viviendas en una estructura poco propicia para ello. En el interior, las viviendas se dividen en una zona de día la cual maximiza la relación visual con el exterior gracias a la fluidez en la relación entre la cocina y el salón, y una zona de noche compacta gracias a la concentración de las circulaciones configurando un distribuidor común.